El primer hito se alcanzó en 2022 con la puesta en servicio del tramo Caparacena-Baza, que permitió activar la subestación bastetana y aliviar parcialmente el déficit histórico de suministro eléctrico de la comarca. Desde entonces, los trabajos se centran en completar la conexión con Antas (Almería), el último eslabón necesario para cerrar el eje y garantizar una capacidad eléctrica suficiente que permita la implantación de nuevos proyectos industriales y energéticos.
En este contexto, REE ha abierto el periodo de información pública de la línea de 400 kV Baza-Antas tras introducir modificaciones en el trazado del tendido. La actuación contempla dos variantes que suman cerca de 20 kilómetros —14 en la provincia de Granada y 5,6 en Almería— con el objetivo de evitar el paso de la infraestructura por zonas de protección de aves y murciélagos, según informó la Subdelegación del Gobierno en Granada.
El plazo de alegaciones, de 30 días, afecta a la autorización administrativa, la declaración de impacto ambiental y la declaración de utilidad pública del proyecto. Desde Red Eléctrica se insiste en el carácter estratégico de esta línea, que permitirá poner fin al déficit de infraestructuras eléctricas en el norte de Granada y Almería. El tramo Caparacena-Baza ya se encuentra en servicio.
El anuncio oficial incluye además la relación de los 207 propietarios afectados por la instalación de los apoyos del tendido. De ellos, 138 se localizan en la provincia de Granada —14 en Baza, 21 en Benamaurel y 103 en Cúllar— y 69 en la provincia de Almería —41 en Albox, 10 en Arboleas y 18 en Taberno—. La mayoría son titulares de fincas agrícolas, aunque también figuran entre los afectados ayuntamientos y otros organismos públicos.
Según la Subdelegación del Gobierno, una vez obtenida la declaración de utilidad pública por la Dirección General de Política Energética y Minas, Red Eléctrica podrá iniciar el procedimiento expropiatorio en aquellos casos en los que no se alcance un acuerdo previo con los propietarios, mediante el levantamiento de las actas previas a la ocupación.
La modificación del trazado responde a requerimientos de la Subdirección General de Evaluación Ambiental, derivados de alegaciones presentadas por organismos públicos y entidades privadas, así como de la incorporación de nueva documentación ambiental. REE defiende que estos cambios refuerzan la sostenibilidad del proyecto y su aceptación social sin comprometer su viabilidad técnica ni su funcionalidad. El presupuesto total de las dos variantes asciende a 9,6 millones de euros.
Paralelamente, el proyecto ha avanzado de forma significativa en el tramo almeriense. En octubre de 2024, REE obtuvo la autorización administrativa de construcción de la subestación de Antas, lo que permitió iniciar las obras a finales de ese mismo año. En abril de 2025 ya se había completado la obra civil y se había iniciado el montaje electromecánico, mientras que la línea de entrada y salida conectada al eje litoral superaba el 70 % de avance en la instalación de apoyos.
Con estos progresos, la puesta en servicio del tramo Baza-Antas podría producirse antes del verano de 2025, aunque el proyecto forma parte del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte 2021-2026, que fija ese año como horizonte máximo para su integración definitiva en el sistema eléctrico nacional.
La culminación del eje tendrá un impacto directo en la comarca de Baza, históricamente lastrada por la falta de capacidad eléctrica. La nueva infraestructura permitirá reforzar la estabilidad del suministro, facilitar la conexión de energías renovables y atraer inversiones ligadas a la agroindustria, el almacenamiento energético o el hidrógeno verde. Ayuntamientos y tejido empresarial coinciden en que el cierre del eje Caparacena-Baza-Antas supone un punto de inflexión para la competitividad y el desarrollo del territorio.
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