Está es ya la 4ª novela de Luis, y al igual que en las tres primeras en ésta también utiliza un lenguaje muy coloquial, del pueblo llano, “muy particular” que te puede gustar o no, pero es que si no fuera así, pues la novela no sería de Luis Caparrós.
La historia de la romí lorquina, nacida en la alquería de Puentes está enmarcada a finales del siglo XV/principios del XVI y en una zona fronteriza entre el reino nazarí y la Corona de Castilla.
Eran tiempos de opresión y esclavitud por el poderoso cristiano, Marqués de los Vélez, dueño de las tierras de la zona; y también eran años muy belicosos y de constantes enfrentamientos, siendo muy comunes los secuestros, en la zona, por parte de los musulmanes.
Lucía nace en el seno de una familia muy humilde, su madre una mujer sumisa y sometida por un marido maltratador; de su padre mejor no hablar. Queda huérfana siendo muy pequeña.
Y a Lucía le tocó: Ser mujer que ya de por sí es complicado en una sociedad patriarcal como la nuestra, más aún en aquella época. Pero es que además era pobre, huérfana y, por si fuera poco, también guapa. Candidata perfecta para un posible secuestro en aquellos años y en aquella zona………………………………… Y ocurrió: fue raptada a los 12 años, como tantas otras que tuvieron una “suerte” similar.
Tras el secuestro comienza su peregrinar como esclava, por tierras de Almería hasta terminar en Granada con el rey Boabdil.
Es indignante ver como va pasando, de un dueño a otro, con total naturalidad y normalidad. Siendo aceptado/asumido como “algo completamente normal” por todos/as………¡incluso por ella misma! Eso sí adornado por el deseo de protección de sus amos hacia ella.
En el primer harén donde comenzó su calvario, una mujer mayor le enseña todo lo que tiene que hacer para sobrevivir y ser la más deseada del amo; entre otras muchas “lindezas”, le dice que debe ser muy paciente, no desesperar y mucho menos desobedecer a su dueño y señor.
Se convierte en la amante sexual de todos y cada uno de sus amos, la concubina más deseada por ellos gracias a su belleza y sus artes amatorias……………Uno de sus “dueños y señor” no era musulmán sino que era cristiano y no tenía harén; pero parece que el harén no es imprescindible para tener amantes, concubinas y lo que haga falta con tal de seguir dominando y sometiendo a la mujer.
Lucía consigue sobrevivir evadiéndose de la realidad que estaba viviendo gracias a la lectura, la escritura, sus sueños, …………………….en definitiva gracias a “ su mundo paralelo”. Aprendió y fue una mujer culta.
Y, también, fue feliz con sus amos, incluso se enamoraba de ellos. Posiblemente padecía lo que hoy conocemos como “síndrome de Estocolmo”.
AFORTUNADAMENTE A LUCÍA LE LLEGA SU VERDADERA LIBERACIÓN TRAS LA PARTIDA DEL REY BOABDIL, COMENZANDO ASÍ UNA VIDA NUEVA EN LIBERTAD.
REFLEXIONES:
¿Qué puede sentir una mujer o cualquier persona normal ante semejante esclavitud/sometimiento/ agresión hacia la MUJER?
Lo que yo he sentido ha sido: INDIGNACIÓN, IMPOTENCIA Y RABIA
Indignación, porque es una tremenda falta de respeto a la dignidad de la persona
Impotencia, de no poder cortar de raíz éste histórico modelo social patriarcal, para conseguir: 1-Primero condenar tantas atrocidades que se han cometido y se siguen cometiendo contra la mujer y las niñas en particular. 2-Evitar que se sigan cometiendo atrocidades, como consecuencia de tantas y tantas formas de violencia machista incrustadas en ésta ancestral sociedad patriarcal, que a día de hoy sigue vigente.
Rabia, como consecuencia de la impotencia y de no entender que aún haya personas y grupos de personas que niegan una evidencia tan “evidente”, valga la redundancia.
CONCLUSIÓN: LUCHEMOS, SIGAMOS LUCHANDO PORQUE AÚN QUEDA MUCHO POR HACER
“Ésta novela no está hecha para el día de los enamorados sino para el 8 de marzo”
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