La Junta de Andalucía ha alertado en la tarde de este miércoles de la aparición de un foco de Viruela Ovina y Caprina en una explotación almeriense. Se trata concretamente de una explotación situada en el municipio de Oria y cuyo foco se ha decretado tras el análisis correspondiente por parte del Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) del Ministerio en Algete (Madrid).
El análisis realizado por este laboratorio nacional de referencia ha confirmado el foco declarado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta en sendas explotaciones en las localidades de Benamaurel (Granada) y Oria. En el caso del municipio granadino, el censo asciende a 394 ovejas, mientras que en Oria la explotación presenta un censo de 106 animales, 97 ovejas y nueve cabras. Se trata del décimo y el undécimo foco declarado en Andalucía.
Pese a que se trata de un virus zoológico y que por lo tanto no se transmite al ser humano, el de Oria es el primer caso registrado en la provincia de Almería, si bien se trata de un municipio limítrofe con la población granadina de Cúllar, que ya se ha visto afectado anteriormente por un foco de Viruela Ovina y Caprina. Con sendos casos ascienden a 11 los contabilizados en la comunidad autónoma andaluza.
La sospecha se originó por la aparición de lesiones compatibles con la enfermedad en animales de ambas explotaciones y los servicios veterinarios oficiales de la Junta de Andalucía procedieron de inmediato, siguiendo el protocolo establecido, a la toma de muestras y a su pertinente envío al Laboratorio Central de Algete. Las muestras se han confirmado como positivas por PCR-RT y secuenciación al virus de viruela ovina.
De forma inmediata, la Consejería ha adoptado las medidas de control contempladas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 en lo referente a las normas relativas a la prevención y el control de determinadas enfermedades, que incluye el sacrificio de los animales, eliminación de los cadáveres en planta de trasformación, limpieza y desinfección oficial de la explotación, establecimiento de una zona de protección de 3 kilómetros y una de vigilancia de 10 kilómetros, con refuerzo de medidas de bioseguridad y vigilancia en las explotaciones, así como la aplicación de medidas de restricción de movimiento de animales y productos, además de la investigación epidemiológica para tratar de identificar el origen del virus, aún bajo estudio, así como los posibles contactos de riesgo que se hayan podido dar, entre otras.
La VOC es una enfermedad de origen vírico que se encontraba erradicada en España desde el año 1968, hasta que el pasado 19 de septiembre se identificó un foco en el municipio granadino de Benamaurel. Anteriormente se habían detectado casos esporádicos dentro de la UE, los últimos en Grecia y Bulgaria en el año 2014. Asimismo, permanece de forma endémica en África (incluidos los países del norte del continente, como Marruecos, Argelia y Túnez), así como en Oriente Medio y Asia.
Se trata de una enfermedad no zoonótica, que afecta exclusivamente a las especies ovina y caprina, sin que en ningún caso pueda transmitirse al ser humano, ni por contacto directo con los animales ni a través de productos de estos.
Desde la Consejería se recuerda la importancia de aplicar unas adecuadas medidas de bioseguridad en las explotaciones de ovino y caprino, así como en el transporte animal. Asimismo, resulta fundamental garantizar el buen funcionamiento de los sistemas de vigilancia pasiva para detectar la posible entrada de la Viruela Ovina y Caprina en otras explotaciones, de ahí la importancia de comunicar a los servicios veterinarios oficiales cualquier indicio de la enfermedad.
Este es, al menos, el segundo episodio de un virus zoológico que regresar tras décadas desaparecido a granjas o explotaciones de la provincia. El pasado mes de junio, la Junta de Andalucía ya alertó sobre la aparición del primer foco de la enfermedad de 'Newcastle' en aves de corral en España desde noviembre de 2009 cuando se detectó en una explotación de aves cinegéticas en la provincia de Guipúzcoa. En ese caso el brote se dio en una explotación avícola de Huércal-Overa.
Ayudas.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural puso en marcha recientemente una línea de ayudas adicionales a los ganaderos destinadas a la alimentación del ganado inmovilizado como consecuencia de brotes de Viruela Ovina y Caprina con un presupuesto de 500.000 euros. La tramitación se hará mediante una Orden y, una vez justificado el gasto por los ganaderos, se les hará el abono del importe en concepto de gastos por alimentación. Estas ayudas se suman a las ya existente para el perceptivo sacrificio de los animales de las explotaciones ganaderas afectadas.
A estas ayudas se suman otras que están en marcha para ayudar al sector, como es el caso de la Medida 21 del sector ganadero, que cuenta con una partida de 70 millones de euros para fomentar los sistemas sostenibles de ganadería extensiva y las técnicas tradicionales de pastoreo; la exención del pago de tasas y ayudas concedidas por el sacrificio de animales.
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