El pasado sábado el Santuario Diocesano del Saliente se unió a la conmemoración de la victoria de Lepanto, con jinetes y cuadrilleros, en la celebración que presidió el Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías.
Hasta hace pocas décadas, la fecha por antonomasia de los albojenses para peregrinar al Santuario Diocesano del Saliente era alrededor de la fiesta litúrgica de Nuestra Señora del Rosario. Una tradición familiar que, debido a la efeméride de la victoria cristiana contra las tropas otomanas en Lepanto, ha regresado con fuerza al Roel para honrar a la Pequeñica.
Además, en este año tan especial para la conmemoración del Rosario, el Santuario ha querido ampliar su pequeña pinacoteca con un lienzo del Santo Rosario que se bendijo durante la Romería. El lienzo fue pintado en Cádiz, a principios del siglo XIX. Muestra a santo Domingo de Guzmán, con su característico perro mordiendo un cirio prendido, recibiendo el Santo Rosario de manos de Nuestra Señora y del Niño Jesús. Restaurado por el conservador de la sagrada imagen de la Pequeñica, don Joaquín Gilabert López, presidió los actos desde un altar efímero.
UNA ROMERÍA A CABALLO DESDE LAS POCICAS AL ROEL
A las nueve de la mañana, desde la fuente de santa Bárbara próxima a la aldea de las Pocicas, partieron los peregrinos en dirección al Roel.
Además de los que caminaban a pie, apoyados en sus bastones coronados de romero, una veintena de jinetes sobre lustrosos corceles. En menos de tres horas alcanzaron los Dientes de la Vieja. Allí aguardaban, llenando de cánticos y música la fresca mañana, las Cuadrillas de Ánimas de la Hoya de Lorca y de Vélez Rubio.
Los peregrinos provenían de Albox, Oria, Arboleas, Lorca, Vélez Rubio y la ciudad de Almería. Todos contemplaron el estandarte de la Pequeñica, que se alzaba sobre un sencillo estrado a los pies de las rocas. Entonces, a petición de la Asociación de Amigos del Caballo Valle del Almanzora, se procedió a bendecir a los caballos en el único momento soleado de toda la jornada. Llamados por sus nombres, los briosos animales se fueron acercando para recibir su correspondiente dosis de agua bendita y su pergamino acreditativo. Procedimiento que requirió de la pericia de los jinetes, pues los equinos demostraron su indomable energía.
SOLEMNE MISA PRESIDIDA POR EL DELEGADO EPISCOPAL PARA HERMANDADES Y COFRADÍAS
En el artístico templo del Santuario, magníficamente ornamentado con flores amarillas por el prioste don Manuel Jesús Sánchez Reche, se celebró la solemne Santa Misa votiva de Nuestra Señora del Rosario. Fue presidida por Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías, el canónigo y prefecto de pastoral de la S. y A. I. Catedral de la Encarnación de Almería: don Juan José Martín Campos. Durante su homilía, dijo: «La Virgen Santísima, que se define como esclava del Señor, nos enseña que para ser grandes debemos ser humildes. Humildad ante Dios, para servir a nuestros hermanos los hombres».
Un momento muy emotivo se vivió al final de la celebración eucarística, cuando don Juan José compartió sus largos recuerdos en el Santuario y su participación en la coronación pontificia de la sagrada imagen hace ya más de treinta años. También recibió el cariño de los peregrinos el anciano presbítero don Juan Romero Guirao, Rector del Santuario entre 1997 y 2003, que quiso peregrinar una vez más hasta el altar de la Pequeñica.
No faltaron, como no podía ser de otra manera, los rotundos vítores y coplas populares que acompañan cualquiera de las celebraciones que se viven en el Santuario ante la bendita imagen de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada.
CUADRILLAS Y BAILES PARA CONCLUIR LA JORNADA ROMERA
Tras reponer fuerzas en la inexcusable comida, compartida en el restaurante del Santuario, se reanudaron las actividades en el salón de conferencias. Moderada por la voluntaria doña Natalia Carrillo Reche, tuvo lugar una tertulia para compartir los recuerdos de las antiguas romerías del Rosario.
En primer lugar, el Rector don Antonio Jesús María Saldaña Martínez, quiso contextualizar el sentido del aniversario: «Recordar la victoria de Lepanto es, para nosotros, experimentar el poder de la oración y la confianza en Nuestra Señora ante cualquier adversidad. Así lo vivieron nuestros padres que, estimulados por lo sucedido en Lepanto, fueron capaces de crear sus vidas en esta tierra; tras la rebelión morisca de 1568». Don Antonio Pardo Díaz, haciendo gala de sus dotes periodísticas, habló largo y tendido acerca de la devoción del Santo Rosario en Albox.
Las Cuadrillas de Ánimas de Vélez Rubio y de la Hoya de Lorca recibieron, por su fervorosa participación, el honor de la Medalla del Patronazgo de manos del Rector.
El Claustro, entonces, se llenó de las coplas de los cuadrilleros y los bailes de parrandas que se marcaron los peregrinos. Ni las nubes ni los años fueron obstáculo para disfrutar, mientras se degustaron el anís y los higos secos tradicionales. A estos regocijos se unió un concierto que ofreció el Ayuntamiento de Albox, junto con fuegos artificiales, en la explanada del Roel.
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