miércoles, 4 de abril de 2018

El descendimiento protagoniza el Viernes Santo de Oria

El descendimiento del Crucifijo de la Cruz a los pies de su madre, la Virgen de los Dolores, constituye hoy, viernes, el punto álgido de la Semana Santa de Oria, que se ha convertido en un referente en la comarca del Almanzora y en la provincia. Esta secuencia en la que a media tarde los hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno proceden, en el transcurso de los oficios que se celebran en la basílica de las Mercedes, a desclavar a Cristo de la Cruz, conforma uno de los actos más significativos del amplio programa de la Semana de Pasión orialeña, que goza de una gran tradición.

Bajo un silencio conmovedor, los hermanos proceden a quitar los clavos que sujetan las manos y pies de la imagen de Jesucristo, que se halla sostenida en la cruz, situada en el centro del templo basilical. Los golpes de martillo y el chirriar de los clavos estremecen a los asistentes que esta tarde acudirán en masa a la Basílica. Tras la retirada de los clavos, la talla articulada de Jesucristo yacente, es llevada con gran devoción a los pies de su madre, la Virgen de los Dolores que con una profunda expresión de dolor en su rostro contempla al hijo muerto, en medio de una intensa manifestación de recogimiento y de respeto por parte de cofrades y feligreses que no quieren perderse este misterioso episodio de la Pasión cristiana. Tras haber sido mostrado ante la Dolorosa, el cuerpo de Jesucristo es depositado en el sepulcro, una ornamental urna de gran belleza, sobre un sudario y ropas mortuorias centenarias que a pesar del paso del tiempo se conservan en perfecto estado. La plasticidad y belleza de este pasaje que se celebra todos los viernes santos es tal que durante muchos años se ha utilizado su grabación en las promociones de la programación especial de Semana Santa de Canal Sur Televisión.

Si por algo se caracteriza la Semana Santa de Oria es por el arraigo y mantenimiento de sus ritos y costumbres, además de porque cuenta con un rico patrimonio histórico artístico que contribuye a un mayor realce de estas celebraciones. En el caso del episodio del descendimiento de la Cruz, una de las ventajas que ofrece su ejecución es la disposición de la talla del Crucificado con las extremidades articuladas. La imagen es obra del escultor valenciano Vicente Tena, quien también esculpió la talla del Padre Jesús Nazareno, una obra con un impresionante rostro de sufrimiento y de dolor.

Junto a este descendimiento peculiar de la Pasión de Oria, de tiempo inmemorial, se realizan otros actos y rituales, además de las salidas procesionales, que se iniciaron el Viernes de Dolores, siguieron el Domingo de Ramos, y prosiguen hasta el Domingo de Resurrección, con una quincena de Pasos que recorren gran parte del entramado urbano de la localidad.

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