A golpe de pedal, dos jóvenes orialeños, Miguel Ángel Simón Martínez y Antonio Javier Simón Martínez, sin parentesco familiar pese a la coincidencia de apellidos, han tendido estos días un puente de confraternidad entre el municipio almeriense de Oria y la capital compostelana. Lo han hecho a lomo de sus respectivas bicicletas todoterreno (BTT). No han llegado a su destino el día de Santiago, pero ayer día dos pudieron abrazar al patrón. Han transcurrido once días, el mismo número que las etapas recorridas desde que el pasado día 22, emprendieran esta peregrinación con tintes de aventura que han acariciado durante mucho tiempo y que representa uno de sus principales sueños. Aunque aprovechan el alba y las mañana para cubrir cada una de las once etapas, no han podido evitar los rigores de la ola de calor de las últimas semanas y el mal tiempo y frío de la etapa final, lo que les ha supuesto un sobreesfuerzo añadido, “sobre todo en las dos primeras etapas, de hasta 135 kilómetros, pese a que hemos dedicado mucho tiempo a la preparación y al entrenamiento”, subraya Miguel Ángel desde Medellín, Badajoz. Los dos ciclistas-peregrinos partieron de Oria antes del amanecer del pasado día 22. En la tarde anterior recibieron en la Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes la bendición del párroco, Miguel Esteban Jerez, quien estampó el primer sello de esta deportiva peregrinación compostelana que “supone para nosotros un reto, pero también la posibilidad de ver cumplida una vieja ilusión, aunque somos conscientes de que exige bastante esfuerzo”, matizan los dos peregrinos orialeños. Durante las doce jornadas del itinerario, elegido y seleccionado ex profeso, Miguel Ángel Simón, un empleado del Centro de Reinserción de Menores Infractores Tierras de Oria, y Antonio Javier Simón, arquitecto, han cubierto con sus pedales los 1.197 kilómetros de que consta la ruta que discurre por un total de diez provincias pertenecientes a las comunidades de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia. Acogida. En el ecuador del periplo compostelano, desde tierras extremeñas, los dos ciclistas almerienses se muestran muy contentos y satisfechos de la acogida que encuentran en las parroquias donde con su sello certifican su paso por el lugar y el recibimiento que les dispensan en los municipios final de etapa, en donde hasta ahora les han facilitado toda clase de ayuda para hacerles más llevadero el largo camino que separa Oria de Santiago. Anécdotas. Albergues, pabellones deportivos y hoteles ofrecen los servicios necesarios para el descanso y recuperación de Toni y Miguel Ángel, quienes cuentan algunas de las muchas anécdotas vividas. Lo que más les ha llamado la atención es la curiosidad y sorpresa que muestran muchos de los vecinos de las localidades y ciudades por las que discurren, quienes les preguntan por qué hacen un camino tan largo cuando las rutas tradicionales son más cortas. Para los protagonistas de esta aventura, la razón estriba en que su mayor ilusión, al margen de llegar a la capital compostelana en bicicleta, radica en haber fijado el punto de partido en su pueblo, en Oria. El itinerario ha discurrido por todo tipo de vías: carreteras, caminos rurales y pistas de tierra y en su diseño han contado con la colaboración y ayuda del Club Deportivo Nueva Aventura de Oria, del que forman parte. Artículo de José Luis Masegosa para La Voz de Almería.
pos valla panza se podían a ver llevado a chus para que fuera informando del acontecimiento y los candiles por si por la noche les hacia falta digo la luz del candil
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