Alemania se queda sin almendras en Navidad
La sequía en California, las fuertes lluvias en España y un apetito en aumento en China están presionando a niveles récord el precio de las almendras en Alemania, lo que supone una mala noticia para los vendedores de los tradicionales mercados navideños, donde este producto se ha convertido en uno de sus pilares. Con la escasez el precio se ha disparado. Sin embargo, los pequeños vendedores de los mercadillos navideños no se atreven a trasladar todo ese aumento al consumidor. La competencia impide aumentar los precios, a pesar de que el coste al por mayor de las almendras ha repuntado este año más de un 60% en comparación con el pasado. "Los clientes no están dispuestos a pagar precios más altos", comenta una de estas vendedoras en declaraciones que recoge The Wall Street Journal. Las bolsas de almendras confitadas se venden a un precio que ronda los 3 a 5 euros. Rosemarie Pieczyk ha pagado más por las almendras este año que en los 50 que lleva en el negocio, explica al WSJ. Ella tiene su puesto en Frankfurt, pero ocurre lo mismo en todo el país. Desde Colonia a Nuremberg, vendedores de frutos secos en los mercados de Navidad están pagando las almendras a precio de oro, pero dudan a la hora de trasladar este gasto al consumidor por temor a perder clientes. Reiner Rudolph, que regenta un puesto de venta en el renovado mercadillo de Navidad de Nuremberg, explica que a principios de año el precio de las almendras crudas rondaba los 5,40 euros el kilo y ahora ha subido hasta los 8,70 euros. Sin duda, la demanda creciente de almendras en China presiona los precios. Este es un producto cada vez más consumido por la clase media del país asiático y las importaciones se han duplicado en los últimos seis años. La mayoría de los vendedores en los mercados alemanes son compradores a granel de almendras españolas, cuyo tamaño es óptimo para asarlas o recubrirlas con azúcar. Para dulces y snacks, los pasteleros de Alemania suelen elegir almendras de California. Noticia publicada en El Economista.
La sequía en California, las fuertes lluvias en España y un apetito en aumento en China están presionando a niveles récord el precio de las almendras en Alemania, lo que supone una mala noticia para los vendedores de los tradicionales mercados navideños, donde este producto se ha convertido en uno de sus pilares. Con la escasez el precio se ha disparado. Sin embargo, los pequeños vendedores de los mercadillos navideños no se atreven a trasladar todo ese aumento al consumidor. La competencia impide aumentar los precios, a pesar de que el coste al por mayor de las almendras ha repuntado este año más de un 60% en comparación con el pasado. "Los clientes no están dispuestos a pagar precios más altos", comenta una de estas vendedoras en declaraciones que recoge The Wall Street Journal. Las bolsas de almendras confitadas se venden a un precio que ronda los 3 a 5 euros. Rosemarie Pieczyk ha pagado más por las almendras este año que en los 50 que lleva en el negocio, explica al WSJ. Ella tiene su puesto en Frankfurt, pero ocurre lo mismo en todo el país. Desde Colonia a Nuremberg, vendedores de frutos secos en los mercados de Navidad están pagando las almendras a precio de oro, pero dudan a la hora de trasladar este gasto al consumidor por temor a perder clientes. Reiner Rudolph, que regenta un puesto de venta en el renovado mercadillo de Navidad de Nuremberg, explica que a principios de año el precio de las almendras crudas rondaba los 5,40 euros el kilo y ahora ha subido hasta los 8,70 euros. Sin duda, la demanda creciente de almendras en China presiona los precios. Este es un producto cada vez más consumido por la clase media del país asiático y las importaciones se han duplicado en los últimos seis años. La mayoría de los vendedores en los mercados alemanes son compradores a granel de almendras españolas, cuyo tamaño es óptimo para asarlas o recubrirlas con azúcar. Para dulces y snacks, los pasteleros de Alemania suelen elegir almendras de California. Noticia publicada en El Economista.
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